viernes, 23 de mayo de 2008


220.000 CÁMARAS MONITORIZAN LA VIDA DE SUS HABITANTES
Un 'Gran Hermano' para 12 millones de personas de la ciudad china de Shenzhen
Las imágenes tomadas en el espacio público son enviadas a una base central
La información se añade a los chips que se están incorporando a los carnés de identidad
'Es una tecnología que puede usarse para la represión política'



DAVID JIMÉNEZ (ENVIADO ESPECIAL)
SHENZHEN (CHINA).- Zheng Zhen no siempre sabe quién o desde dónde, pero está seguro de que le están observando. En la avenida Binhe que le lleva a su trabajo como técnico de informática, en el parque cuando lleva a pasear a su hijo de tres años o al entrar en el portal de su casa. "Si tuviera una amante, el Gobierno lo sabría", asegura Zheng señalando una de las cámaras situadas en lo alto de un poste junto a su vivienda. Son un total de 220.000 las que vigilan e identifican a todos los ciudadanos por las facciones de su rostro.
Poco a poco, cámara a cámara, Shenzhen ha ido cayendo en manos de un omnipresente 'Gran Hermano'. No se trata de la frivolidad de los programas de televisión de moda o de la revelación de las intimidades de aspirantes a la fama instantánea.
Detrás del objetivo que observa a los 12 millones de habitantes de esta capital financiera del sur de China se encuentra la mayor y mejor organizada dictadura del mundo. Desde ahora, armada con las últimas tecnologías.
Shenzhen ha vivido una transformación sin precedentes que ha convertido lo que era una insignificante aldea de pescadores, en la ciudad más rica y moderna del país en tan sólo tres décadas. Los rascacielos de cristal se mezclan hoy con las miles de fábricas que envían desde aquí sus productos 'Made in China' al resto del mundo. Fue en Shenzhen donde el régimen chino ensayó por primera vez su apertura económica a finales de los años 70 y es aquí donde ha puesto en marcha su proyecto de 'vigilancia total'.

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